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Sombras de Cadmio # 1997

Sombras de Cadmio # 1997
El cadmio es un mineral que aporta a determinados colores intensidad y saturación; los rojos, magentas, naranjas y amarillos que lo contienen se caracterizan por su condición extremadamente cálida y saturada. Estos son los colores empleados en la parte clara de las formas y, por contraste, dan pie a la sombra en los tonos fríos igualmente intensos: turquesas, esmeraldas, prusias o púrpuras… Sombras de Cadmio anuncia de este modo dos partes antitéticas: cadmio está nombrando a la pintura, implícitamente, en el material utilizado, y sombra propone el envés de lo claramente visible, es decir aquello que se esconde porque se desea, se intuye o se teme. La luz cegadora del cadmio necesariamente produce sombras, ambos extremos rivalizan en el mismo plano desmintiéndose y liberando en su lucha otros espacios para el pensamiento. Un enfrentamiento de sentidos que delata, al menos, que no existe una única fórmula ni mejor de ver ni una mejor que las demás. En todo caso, activa la necesidad de querer, a partir de la duda, y de mirar, mediante la pintura, aquellos trazos velados e indescifrables de lo otro desaparecido en la superficie del cuadro.

Sombras de Cadmio Sombras de Cadmio Mi pintura, velando, revela. En su devenir ha ido encontrando un modo de razonar diferente a partir de referentes decisivos y conceptos esquivos de una presencia tangible. Cada una de las secuencias temporales, de alto contenido narrativo y simbólico, ha ido estrechando su compromiso con cierto tipo de escritura donde la sucesión de imágenes va encontrando un hilo rojo en el tiempo. Una especie de pensamiento encarnado cuya intención es despertar la conciencia favoreciendo encuentros sensoriales y emocionales con el mundo al que pertenecemos, con su belleza y su conflicto. Una doble trama que, a lo largo de los años, se distingue como una inmensa red reversible desde lo sensible.

Las características icónicas, plásticas y conceptuales son el cambio de escala, el fuera de foco y de campo y las diversas tensiones compositivas; las superposiciones de contornos y formas; el uso libre de la luz, el color o la mancha; la doble visión simultánea: figurativa y abstracta; la diversidad estilística en el contenido de cada proyecto; las múltiples lecturas y referencias textuales, y la reinterpretación de los géneros clásicos como el retrato o el paisaje. Hablando de géneros, pero en otra acepción, también la relectura de la propia pintura fuera de la perspectiva de la tradición masculina.

Mi pintura sigue evolucionando a cada tanto como un movimiento constante de cercanía y de alejamiento consigo misma y, más allá de sus márgenes, en la relación íntima con otras miradas. Maria Zambrano,la fuerza de la debilidad, razón pictórica, filosofía Puedo luego soy, me rebelo luego somos. Dos citas unidas en una frase, de Simon Weil y Albert Camus respectivamente, revelan el sentido de estos rostros sin nombre de la dignidad humana. Los primeros 13 retratos de esta serie en proceso aparecieron al final de la muestra Seres fuera de campo, como conclusión inacabada y abierta a un nuevo comienzo. Mi pintura sigue avanzando retomando trabajos anteriores. En este caso concreto, a partir de Hannah Arendt y su singular concepto de paria consciente, se atreve a revisar, a modo de cita o escritura al margen, el sentido de los 48 Retratos ilustres del pintor alemán Gerhard Richter, también objeto de estudio en su día. La cita pretende despertar esta obra de su letargo ideológico e histórico y reponer ciertas ausencias en clave crítica, mostrar ese otro saber, desplazado por incómodo, que lamentablemente no ha dejado huella en las enciclopedias y que, sin embargo, existe. banalidad del mal. mery sales pintora

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Sombras de Cadmio

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