Obra

Obra Obra Obra Obra Obra Obra Obra Mery Sales Mi pintura, velando, revela. En su devenir ha ido encontrando un modo de razonar diferente a partir de referentes decisivos y conceptos esquivos de una presencia tangible. Cada una de las secuencias temporales, de alto contenido narrativo y simbólico, ha ido estrechando su compromiso con cierto tipo de escritura donde la sucesión de imágenes va encontrando un hilo rojo en el tiempo. Una especie de pensamiento encarnado cuya intención es despertar la conciencia favoreciendo encuentros sensoriales y emocionales con el mundo al que pertenecemos, con su belleza y su conflicto. Una doble trama que, a lo largo de los años, se distingue como una inmensa red reversible desde lo sensible. Las características icónicas, plásticas y conceptuales son el cambio de escala, el fuera de foco y de campo y las diversas tensiones compositivas; las superposiciones de contornos y formas; el uso libre de la luz, el color o la mancha; la doble visión simultánea: figurativa y abstracta; la diversidad estilística en el contenido de cada proyecto; las múltiples lecturas y referencias textuales, y la reinterpretación de los géneros clásicos como el retrato o el paisaje. Hablando de géneros, pero en otra acepción, también la relectura de la propia pintura fuera de la perspectiva de la tradición masculina. Mi pintura, velando, revela. En su devenir ha ido encontrando un modo de razonar diferente a partir de referentes decisivos y conceptos esquivos de una presencia tangible. Cada una de las secuencias temporales, de alto contenido narrativo y simbólico, ha ido estrechando su compromiso con cierto tipo de escritura donde la sucesión de imágenes va encontrando un hilo rojo en el tiempo. Una especie de pensamiento encarnado cuya intención es despertar la conciencia favoreciendo encuentros sensoriales y emocionales con el mundo al que pertenecemos, con su belleza y su conflicto. Una doble trama que, a lo largo de los años, se distingue como una inmensa red reversible desde lo sensible. Las características icónicas, plásticas y conceptuales son el cambio de escala, el fuera de foco y de campo y las diversas tensiones compositivas; las superposiciones de contornos y formas; el uso libre de la luz, el color o la mancha; la doble visión simultánea: figurativa y abstracta; la diversidad estilística en el contenido de cada proyecto; las múltiples lecturas y referencias textuales, y la reinterpretación de los géneros clásicos como el retrato o el paisaje. Hablando de géneros, pero en otra acepción, también la relectura de la propia pintura fuera de la perspectiva de la tradición masculina. Mi pintura, velando, revela. En su devenir ha ido encontrando un modo de razonar diferente a partir de referentes decisivos y conceptos esquivos de una presencia tangible. Cada una de las secuencias temporales, de alto contenido narrativo y simbólico, ha ido estrechando su compromiso con cierto tipo de escritura donde la sucesión de imágenes va encontrando un hilo rojo en el tiempo. Una especie de pensamiento encarnado cuya intención es despertar la conciencia favoreciendo encuentros sensoriales y emocionales con el mundo al que pertenecemos, con su belleza y su conflicto. Una doble trama que, a lo largo de los años, se distingue como una inmensa red reversible desde lo sensible. Las características icónicas, plásticas y conceptuales son el cambio de escala, el fuera de foco y de campo y las diversas tensiones compositivas; las superposiciones de contornos y formas; el uso libre de la luz, el color o la mancha; la doble visión simultánea: figurativa y abstracta; la diversidad estilística en el contenido de cada proyecto; las múltiples lecturas y referencias textuales, y la reinterpretación de los géneros clásicos como el retrato o el paisaje. Hablando de géneros, pero en otra acepción, también la relectura de la propia pintura fuera de la perspectiva de la tradición masculina.

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